lunes, 14 de febrero de 2011

Tener un corazón en las manos

[¿Qué es esa cosa extraña que 
 late descontroladamente  
cada vez que el alma está contenta?]

Hace algunos días tuve  un corazón en mis manos. Sí, sí, un corazón con dos ventrículos y dos aurículas que alguna vez estuvo en un ser vivo.
Fue extraño, debo admitir, saber que ese curioso corazón, muy distinto a los que acostumbramos dibujar, estuviera un día, hace no mucho tiempo dándole vida a alguien, latiendo apresuradamente, partiéndose en pedazos por falta de amor o simplemente latiendo con su lup-dub por simple costumbre.
Lo abrí, lo examiné hasta el último rincón y por fin pude ver cómo realmente un corazón se hace pedazos. Al igual que en la realidad es imposible repararlo, siempre quedan huellas y no vuelve a ser el mismo.
¿Quién diría que todos esos poemas románticos estarían más cercanos a la realidad de lo que yo hubiera imaginado?

Feliz día del Amor y de la Amistad....

No hay comentarios: