Para algunos la inspiración viene del amor, de esa fase de poetas por la que pasan todos los que se enamoran;
para otros la inspiración llega de la luz de la Luna, de los días lluviosos o de las flores en primavera,
pero hay quienes se inspiran con las cosas tristes de la vida, con eso que a muchos parece hacerlos llorar,
y es que alguien me dijo un día que hasta lo malo de este mundo puede hacernos felices simplemente porque lo podemos sentir, porque cada detalle de esta vida es un motivo de inspiración, porque no hace falta de grandes cosas, sólo dejarse llevar y esperar que las cosas sucedan. Dejarnos marear por las vueltas que da la vida.
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