Estoy a dos horas de presentar un examen cardíaco. Literal.
La cardiología no es mi fuerte, curiosamente no lo había notado hasta ahora, a pesar de que mis pocos encuentros con asuntos del corazón nunca han sido afortunados.
Y sí, tuve que llevar la clase de cardiología en la universidad para darme cuenta de semejante obviedad: el corazón no es lo mío, ni cuando nos referimos a él como esa cosa asombrosa que nos hace sentir cosas maravillosas , ni cuando hablamos de él como la bomba roja musculosa que late dentro de nosotros.
Muero de miedo, deséenme suerte.
1 comentario:
Mucha suerte, amiga!!!
Medra mía quiero saber cómo te fue al final y que ha ocurrido.
Un beso!!
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