martes, 28 de junio de 2011

Labios rojos


Desde hace tiempo me gusta 
traer los labios rojos. 
Siento que contribuyo a darle color a este mundo 
que de pronto parece tan gris.




jueves, 23 de junio de 2011

Viviendo en las nubes

Desde hace mucho (debido a que ocupo mi tiempo imaginando historias de amor que nunca ocurrirán) no me ponía a buscarle formas a las nubes pero, un viaje por carretera es un buen momento para volverlo a hacer. Así que me puse cómoda en el asiento y le dije a mi imaginación que no me fallara, ella obediente, me ayudó a encontrar en el cielo a un elefante, a un dragón, unos osos y algunos borregos, a una viejecita sin bastón, a una gitana y un cocodrilo, hombres con narices perfectas y mujeres con sombreros elegantes, hombrecillos calvos y un chino, amorosos acercándose hasta besarse y fundirse en uno solo, caras y más caras sonrientes. Y me di cuenta que hasta encontrándole forma a las nubes soy una cursi


martes, 21 de junio de 2011

Solsticio de Verano

Dicen que es el día más largo del año.


Lástima que lo pase sin ti.

lunes, 13 de junio de 2011

Mundo de cabeza

Si algún día sientes que ya has visto todo (lo cual es imposible, pero muchas personas llegan a creérselo de verdad), que ya no hay nada más por descubrir, que es un fastidio esta vida rutinaria, no te suicides, ni comiences a llorar, simplemente ponte de cabeza.
Con la cabeza colgando de tu cama o de un árbol, con los pies al cielo o acostado en el pasto, mientras viajas en autobús o en barco, no importa cómo, simplemente buscando una perspectiva diferente de la vida.
Te asombrarás de lo maravillosas que son las largas ramas de los árboles al convertirse en hermosos mares verdes, de lo curiosos que resultan los edificios y de lo enormes que en realidad son, no reconocerás ni tu calle y te darás cuenta que los vecinos tienen colgada una bandera en el techo, que a juzgar por lo maltratada que está, ha estado ahí desde antes de que te mudaras y nunca la habías notado,  verás volar los pájaros debajo de ti y puede que sientas que se te ha perdido el piso, pero lo mejor de todo es que te darás cuenta de que las estrellas aún existen y que son más bellas de lo que recordabas.

martes, 7 de junio de 2011

Las chicas que leen también se enamoran


Curioseando me encontré con esto que me alegró el día. Siempre supe que leer tendría sus ventajas :D

Sal con una chica que lee 
Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca. 

Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella. 

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. 

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo. 

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos. 

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la sagaCrepúsculo

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat yAslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

Rosemary Urquico en El Malpensante

Para leer el artículo completo: 
http://www.elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=1904&pag=2&size=n

.

lunes, 6 de junio de 2011

Regreso


.
.
.
Volví, pero no completa. 
Una parte de mi alma se quedó entre la arena y la espuma, yendo y viniendo con las olas, volando con la brisa, perdiéndose en las rocas.
Una parte de mi alma se quedó, para seguir descubriendo los secretos guardados en el fondo del mar.
.
.
.