viernes, 17 de febrero de 2012

Efectos Amorosos

Cuando desperté la mañana del 14 de febrero, amanecí, extrañamente, con muy buen humor a pesar de que esa fecha no es mi favorita del año,  la verdad es que me encontraba emocionada por ver las manifestaciones amorosas que este día aparecen hasta debajo de las piedras. Soy tan cursi que me alegro con las cursilerías ajenas.
Salí como cada martes, para llegar a clase de 8, pero algo extraño había en el ambiente.
Por primera vez, en casi dos años que llevo viviendo aquí, el señor de sombrero que vive en la esquina, dueño del perro gigante y oloroso, me dio los buenos días.  Continuando, al doblar la esquina una de las puertas de las casas estaba llena de notitas de colores, pero resaltaba una que decía: "Por favor no te vayas", algunos papelitos ya se los había llevado el viento y pude ver varios de ellos en el transcurso del camino, cuando crucé a la otra calle. Vi un automóvil con un ·Te amo" escrito en letras rosas, una pareja besándose con un globo rojo y enorme en las manos de ella, vi una manta pegada en una ventana que decía: "Te amo, por favor, dame otra oportunidad", vi globos y globeros por todas partes, chocolates y rosas de colores, besos y abrazos en exceso, miradas enamoradas y un picnic debajo de un diminuto árbol que se encuentra en el centro de la universidad. 
El día estuvo soleado y fresco, la noche hermosa y las estrellas brillantes, creo que fue el único momento del día donde lamenté no tener un enamorado en estas fechas, pero a pesar de eso, recibí chocolates, dulces, flores y mensajes de felicitación que contribuyeron a mi buen ánimo.
Se terminó el 14 de febrero y vi llegar al miércoles y al jueves; entonces, el viernes, cuando creí que ya no quedaban restos de la fecha amorosa, encontré al perro gigante y oloroso, del señor que vive en la esquina, tranquilamente descansando al lado de un pequeño y bonito gatito naranja que me miró con sus grandes ojos verdes cuando hice una expresión de sorpresa al verlos. Al parecer el amor y la amistad siguen haciendo de las suyas aunque ya sea 17 de febrero.





jueves, 2 de febrero de 2012

Frío Febrero

Esa  mañana fría de febrero no sabía si volvería a verte, no sabía si el dolor formaría parte de mi vida y tampoco sabía si la vida me daría la oportunidad de dormirme esa noche queriéndote un poquito más.