domingo, 27 de noviembre de 2011

DesCorazonada

-Tengo un corazón de hielo - dijo decepcionada.
-Tranquila, pronto llegará alguien que lo derrita.



¿Y si realmente no tuviera corazón? Cuando el doctor quiere escucharlo con el estetoscopio no oye nada. A veces ni yo lo siento. Por las noches antes de dormir me quedo quieta, casi ni respiro, busco entre el silencio algún latido, una señal de que existe en alguna parte dentro de mí, pero nada, sólo escucho a la  oscuridad y al brillo de la luna entrar por mi ventana.
Le pido a los fantasmas que me asusten por las noches, me he subido a la montaña rusa, he corrido un maratón y ningún rastro, no se agita ni tantito. He visto los ojos más bellos del universo, la sonrisa más sincera del planeta pero el corazón no se mueve ni un centímetro. He querido enamorarme, pero cuando me besan o me abrazan, cuando me susurran al oído palabras dulces, cuando me dicen que me quieren y me aman, yo no siento nada. He querido amar a alguien para que me destroce el corazón, para poder sentir algo dentro de mí, para llorar por alguien por primera vez en mi vida. Como es de esperarse, tampoco lo he logrado. Y los envidio tanto a todos esos que se enamoran tan fácil, a todos esos que con un beso se derriten, a todos los que lloran por amor. Porque yo, sólo una vez, hace mucho tiempo, sentí un leve movimiento, un tierno sonidito, una señal de vida... pero fue hace tanto que más bien me parece una ilusión, un recuerdo sombrío en el alma, una fotografía vieja y borrosa.
Tú, estabas tú sonriendo. Pero yo, yo me asusté tanto de sentir el corazón que salí corriendo. 


viernes, 25 de noviembre de 2011

Tonterías de la mente y la vejez



Es curioso que cada vez que me pasa algo: alegre, triste, trágico o tonto, mi mente lo repita una y otra vez en mi cabeza para no olvidarlo. Imagino las palabras, las expresiones y el tono de voz que utilizaré al contártelo,  porque en el fondo, muy en el fondo de mi alma guardo todavía la esperanza de algún día poder decírtelo todo. Ni siquiera sé si te interese, o si algún día lo haga, pero me gusta guardar todos estos recuerdos por si nos llega el aburrimiento, alguna tarde de otoño, cuando seamos viejos.



martes, 8 de noviembre de 2011

Invierno



Mi amor por ti se parece al invierno, está frío como la nieve, seco como los árboles, débil como el sol... tal vez no resista para la siguiente primavera.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Lluvia en Noviembre

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[El cielo se nubla, una vez más, como lo hacía meses atrás.
El viento helado me congela la piel, me congela los huesos, me enfría el alma.
Y una lluvia atrasada de verano comienza a caer.]


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